Por razones de espacio, en el libro Profeta del genocidio no se incluyeron cuatro anexos: un índice de nombres; un listado de los 400 capellanes que conformaron el Vicariato Castrense entre 1975-1983; las biografías de 35 clérigos que actuaron en cárceles y centros clandestinos de detención; y los títulos de las conferencias que Victorio Bonamín dictó a distintos cuadros militares y grupos de civiles durante 1975-1976.